viernes, 7 de diciembre de 2012

Feliz Día del Profesor Universitario

En el contexto de la sociedad venezolana y con un marcado dinamismo que exige estar a la vanguardia de la ciencia y la tecnología, este día del Profesor Universitario es la ocasión propicia para que el gremio de "Formadores de Profesionales" se den la oportunidad para autoevaluar su rol. Efectivamente nuestro país hace más de una década decidió experimentar una nueva forma de organización del Estado. Esto parece no estar claro aún toda vez que la Universidad Venezolana, incluyendo la de más reciente data, persiste en una praxis anacrónica, de ortodoxia dogmática que da al traste con los sagrados postulados de los fines de la educación consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Antes se decía que las escuelas y liceos habían perdido su papel de agentes de cambio para convertirse en agentes de control social. Hoy persiste ese terrible mal pero no en escuelas y liceos sino en las universidades. Cuando observamos las estadísticas de la Educación en Venezuela encontramos que en las escuelas ya no hay Maestros Normalistas sino Profesores o Licenciados en Educaión Integral. Más aún muchos tienen postgrados como Especialistas, Magister, Doctores, pero de qué vale eso si el proceso educativo que se lleva a cabo dentro del sistema carece de la más mínima presencia de rasgos de influencia de éstos. No hay transferencia para darle valor agregado al producto. Igual ocurre en el nivel universitario, con escasas excepciones, no hay formación. Las universidades reciben un contingente de individuos que permenecen durante cinco o más años intentando entender y comprender el discurso rebuscado de los "master dixi" sin lograrlo, no quedándoles otro recurso que el plagio, la chuleta y el copiado para "aprobar la meteria" dejando de lado los principios y valores de la honestidad, trayendo consigo la consecuencia de una mediocre preparación y una desgraciada deformación académica y profesional. La universidad es un escenario de construcción de saberes signado por la diatriba propia de la batalla de las ideas por tanto el Profesor universitario debe ser lo suficientemente asertivo al ser confrontado por sus estudiantes para juntos abordar las interrogantes e ir al encuentro de las respuestas. La didáctica universitaria debe ser eminentemente andragógica pues el espacio de aprendizaje se realiza entre adultos contemporáneos. Uno de los graves males de la universidad es que los profesores no han sido formados en andragogía y en su prática aplican elementos de pedagogía lo cual es un exabrupto: tratar a adultos como niño. Ni que decir de la escasa preparación académica y poca disposición al cambio. Por ahora cierro con estas preguntas: ¿Cuántos profesores universitarios han leido la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela? ¿Cuántos han leido la nueva Ley Orgánica de Educación y su Reglamento? ¿Han leido la Ley de Universidades? ¿Tienen claro en qué consiste la Transdisciplinariedad? ¿Saben qué es la Interdisciplinariedad? ¿Por qué hablan de Pensamiento Complejo y luego actuan apegados al Pensamiento Único?. Espero sus críticas, aportes y buenas vibras.

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